Tuesday, September 29, 2020

El parasito de la preocupación.

Ayer fue un día complicado, entre el cansancio físico, mental, las preocupaciones, la escuela, y todo lo que incluye ser un adulto medio funcional, perdí mi norte. 

(Mi norte: saber que todo lo que necesito esta dentro de mí, que todo esta bajo el control de Dios, que no me hace falta nada. Mi Fe, la certeza de de que todo va a estar bien) 

Pues bueno, una cosa es practicar ese pensamiento, pero la verdad es que me pierdo en el camino constantemente. Y me lleno de preocupación. 

Ayer, en la clase de ciencias de nuestro homeschool, aprendimos sobre la simbiosis. E inevitablemente sobre el parasitismo. El parasitismo es la relación entre dos especies. 

El parasitismo se produce cuando un individuo vive a expensas de otro al que puede perjudicar. (Podríamos interpretar esto de mil maneras). "El parasitismo es un tipo de simbiosis, una estrecha relación en la cual uno de los participantes, el parásito, depende del otro, huésped, (también llamado hospedante, hospedador o anfitrión) y obtiene algún beneficio. En la mayoría de los casos de parasitismo el hospedador percibe un daño o perjuicio por parte del parásito en algún momento del ciclo.” 

Tranquilos, no les voy a dar más detalles. Hoy les quiero contar acerca de un parasito mental, muy común, y de la relación que tiene con nosotros, los anfitriones. 

El parasito de la preocupación.  

Me di cuente de que mientras estoy llena de preocupación nada más funciona. Nada! Poco a poco se va apoderando de todo mí ser hasta poseerme por completo, hasta dejarme inmóvil. 

Es un parasito completo. Poco a poco se come mis pensamientos mas bonitos, mis fuerzas, mi motivación, mis ganas de seguir adelante, mi visión, mejor dicho todo. 
Les pasa? Lo que pasa es que la preocupación no es una emoción, es un sentimiento.  


La emociones no son consientes, los sentimientos sí. Las emociones son cortas, los sentimientos son largos. Las emociones son un conjunto complejo de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón. Son respuestas producidas por el cerebro ante un estímulo. Los sentimientos, en cambio, surgen conscientemente. Percibimos un estado de animo después de una fuerte emoción. La emoción por el contrario es rápida, se va. Lo que queda es lo que yo conscientemente haga con lo que quedo . Uff. 

“Los sentimientos también tienen una duración que es proporcional al tiempo en que nuestra consciencia piensa en ellos. Podemos sentir tristeza, pero sólo cuando nuestra mente se enfoca en un tema triste. Podemos sentir miedo, pero sólo cuando nos vemos amenazados. Cuando dejamos de poner consciencia en algo el sentimiento desaparece. Es por ello que algunas técnicas para el control de pensamiento en distintas situaciones, por ejemplo estrés, ansiedad radican en enfocar nuestro pensamiento a estímulos diferentes para provocar sentimientos distintos.” 

¿Entonces cómo lo hago? Pues entrenando tu mente a que enfoque. Fácil? Jamas. Pero sí posible y necesario. Cuando estoy preocupada, me siento como si estuviera en un hueco super profundo y oscuro. Pero cuando logro salir, siento una claridad increíble. Recupero mis fuerzas, mi motivación, puedo con las tareas simples del día. 

 Esta mañana particularmente esto cambió toda mi sentimiento de preocupación, sentí una claridad inmediata: 

“Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? ¿Acaso con todas sus preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida?” 

 -Mateo 6:26 

¿Has escuchado que el 90% de las cosas que pensamos no ocurren? O algo así.  O ¿qué pre ocuparse es ocuparse de cosas que no han pasado? Preocuparse es adelantarse hacia el futuro sin ningún tipo de base. La preocupación también nos lleva a la ansiedad y a la depresión. 

Cuando no entrenamos nuestra mente, la preocupación se apodera de nuestros pensamientos y de nuestra vida, perdemos el norte, en mi caso, pierdo la fe completa. ¿Cuántos de nosotros nos hemos acostumbrado a vivir preocupados?. 

La preocupación NO TIENE QUE SER UN ESTILO DE VIDA.  Nos desconcentra y retrasa nuestro destino, nos desconecta de la realidad. Y solo te das cuenta de esto cuando por fin logras desprenderte de ese parasito. Puedes ver todo lo que te quitó, todo el daño que te hizo, todo lo que te robó. 

Para algunos puede ser 15 días, de vez en cuando, pero para otros toda una vida, y la decision es completamente nuestra. Tenemos el control absoluto de dónde ponemos nuestra atención. 

 ¿Donde esta tu atención hoy? 

“La preocupación es el pago adelantado de una deuda que tal vez nunca se tenga” -anonimo.


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